Luego de un primer show soñado la noche del sábado, Paul McCartney volvió a deslumbrar por la fuerza de un repertorio inigualable –entre las canciones de los Beatles, Wings y las de su prolífica carrera solista– y de su talento sobrenatural sobre el escenario. El músico tocó alrededor de dos horas y media con interpretaciones de su característica solidez vocal, en un recorrido por toda su vida dedicada a dejar incontables huellas en la música. |
Créditos: Catalina Almada |
Luego de un arranque espectacular al segmento argentino del tour “Got Back” el sábado por la noche, Paul McCartney hizo anoche su segundo show en Buenos Aires con producción de DF Entertainment y DG Experience, ante un Estadio Mâs Monumental colmado de fans de todas las generaciones que volvieron a quedar rendidos ante la magnitud de su talento, la contundencia de su repertorio y su carisma sin par. Entre las dos noches, fueron 140.000 personas disfrutaron de un viaje por lo mejor de todas sus facetas y etapas.
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Créditos: Facundo Suárez |
Con los motores ya andando gracias a la curaduría de un setlist pensado hasta el más mínimo detalle y canciones entrañables como “Let Me Roll It”, “Getting Better”, “Let Them In”, y promediando la primera hora del show, comenzaron a llegar los himnos que llevan el sello de Paul como “Maybe I’m Amazed”, de su disco solista McCartney, o algunas de las más celebradas por los beatlemaníacos como “I’ve Just Seen A Face”, “Love Me Do”, “Blackbird” y “Ob-La-Di, Ob-La-Da”. Paul les regaló a los presentes una joya del repertorio para recordar sus primerísimos pasos: el cover que hacían con The Quarrymen –la banda que integraba con John Lennon y George Harrison antes de ser los Beatles– “In Spite of all the Danger”.
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Cortesía: DF Entertainment |
El segmento final terminó de llevar a los 70.000 fans presentes al pico máximo de la emoción: los máximos hits de Wings, “Band On the Run” y “Live and Let Die”, y las baladas de los Beatles “Let It Be” y “Hey Jude”. Después de más de dos horas de tocar y cantar sin pausas, en conexión plena con su público, Paul McCartney tenía unos bises preparados que dejarían a cualquiera sin aliento. “I've Got a Feeling” abrió este momento final, seguido por “Birthday”, “Sgt. Pepper”, “Helter Skelter” y “Golden Slumbers”. ¿Cómo cerrar una noche de estas características si no es con “The End”, la canción de Abbey Road que sentencia “And in the end, the love you take is equal to the love you make” (algo así como “Y al final, el amor que te llevas es equivalente al amor que das"). Y vaya si no es cierto mirando y escuchando la ovación que despidió al ídolo.
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PAUL MCCARTNEY EN ARGENTINA
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